Ficha Familiar
Dinastía (Omeyyades)
Abd Al-Aziz ibn Musa ibn Nusair
2º valí de Al-Ándalus (714-716)
Nacimiento: ± 680, Egipto
Defunción: ± 717, Egypt
ABUELOS
PADRES
‘Abd al-Aziz ben Musà ibn Nusair
AKA: Otros NOMBRE: (عبد العزيز بن موسى) /
…
Títulos: Segundo valí de Al-Ándalus (714-716)
Hermanos ó Hermanastros **
Abd-Al·lah ibn Mussa ibn Nussayr
(± ? – ?)
(± 675 – 731)
Marwan ibn Musa ibn Nusayrá
(± ? – ?)
Matrimonios
Abd Al-Aziz ibn Musa ibn Nusair
2º valí de Al-Ándalus
Hijo de Musà ben Nusayr, desembarcó junto a él en junio del 712 en la península Ibérica.
Sofocó una revuelta en Sevilla junto con su hermano ‘Abd Allah. Luego pacificó la zona del Algarve, incluyendo Évora y Santarem. Desde la ciudad sevillana sometió Málaga, Granada y llegó hasta Murcia.
En este último territorio fue el encargado de firmar el pacto de Tudmir o de Orihuela con el conde Teodomiro (5 de abril 713) por el cual dicho conde mantenía un territorio semiautónomo en la zona de Alicante y Murcia, llamado posteriormente Tudmir.
Gobierno de ‘Abd al_Aziz en al-Andalus (714-716)
En el año 95H (714), su padre y Táriq tuvieron que ir a rendir cuentas a Damasco. Musà entonces encargó el gobierno de al-Andalus a ‘Abd al-Aziz mientras que a su hijo ‘Abd Allah, el mayor, le asignó Ifriqiya y a ‘Abd al-Malik la zona de Tánger.
Se casó en 713 con Egilona, viuda de Rodrigo, para intentar atraer a la nobleza visigoda. Fueron padres de Asima bint Abd al-Aziz (nacida entre 713 y 717 ), casada con Fortun ibn Qasi, ancestros de los Banu Qasi.
Su figura y actuación, a pesar de su breve mandato, ha sido vista de forma muy diferente por la historiografía. Para unos, fue un modelo de gobernante; para otros, todo lo contrario, y lo acusan de apóstata y de rebelde, con lo que justifican su asesinato.
Musa le puso como asesor a Habib ibn Abi ‘Ubayda al-Fihri, una persona de gran prestigio entre el Ŷund árabe que permaneció en Al-Ándalus. Como gobernante, Abd al-Aziz ibn Musa trató de completar y consolidar la política iniciada por su padre de afianzar el dominio musulmán en la Península Ibérica. Para ello siempre se encontró con la dificultad de la escasez de efectivos militares, por lo que tuvo que traer nuevos contingentes a los que prometió dar tierras. Sometió zonas del actual Portugal y de Galicia (ocupo de forma pacífica Lisboa, saqueo Coimbra y asoló las regiones de Oporto, Braga, Tuy, Lugo y Orense) y conquistó Pamplona y Tarragona.
Dicha política de reclutamiento tuvo como consecuencia diversas tensiones económicas y sociales entre los primeros conquistadores que acompañaron a Musa a la Península y que allí se quedaron, pues debían repartir sus ganancias y bienes con los recién llegados. En su mayoría, los nuevos efectivos eran bereberes o mawali (clientes o libertos omeyas). Estos conflictos han sido vistos como la causa del asesinato de Abd al-Aziz, que fue promovido por el yund árabe dirigido por su cabecilla Habib ibn Abi ‘Ubayda al-Fihri, el asesor puesto por su padre.
A finales de 714, al conocerse la renuncia a la corona del rey Agila II, los visigodos aliados se rebelaron y proclamaron rey a Ardón (Eudes). Abd al-Aziz intentó que obedecieran al Califa en 715, pero al no conseguirlo decidió conquistar militarmente la Tarraconense nororiental y la Septimania.
Para conseguir más fácilmente el dominio musulmán en la Península, Abd-al-Aziz siguió una política de pactos o tratados, mediante capitulaciones, con los mandatarios visigodos. Esta política fue la más frecuente y generalizada. Uno de los tratados mejor documentados -recogido por diversos autores como al-Dabbi, al-Razi, al-‘Udri y al-Himyari- fue el que hizo (abril de 713) con Teodomiro, mandatario visigodo de la zona suroriental de la Península -Orihuela, Mula, Lorca, Alicante, Elche, Balantala y Ello-. En él y entre otras catorce importantes y significativas disposiciones, se permitía a Teodomiro poder seguir gobernando en dicha zona tras la conquista.
Murió asesinado por orden del califa Sulaymán I el 29 de febrero de 716 en la iglesia de Santa Rufina de Sevilla (ya consagrada como mezquita). Fuentes cristianas achacan su muerte a una orden directa del califa de Damasco, Suleimán I, al ser denunciado por haberse convertido al cristianismo a instancias de su esposa.
Tras unos meses sin gobernador, el ejército eligió sucesor a su primo Ayyub ben Habib al-Lajmí.
Comentarios de Catherina (CCC).
A destacar: