Pueblos Bárbaros
Para los romanos los pueblos bárbaros eran todo aquel que no fuera romano. Para nosotros es un poco más complicado ubicarlos y conocerlos un poco mejor, pero en este artículo vamos a intentar sintetizarlos, para conocer un poco más su procedencia y como influyeron en la caída del gigante romano.
Antes de empezar a numerarlos, unas apreciaciones previas. En primer lugar debemos hablar de la “limes” es decir la frontera del Imperio. Pese a lo que podemos pensar, no era una línea férrea, si que existían grandes fortificaciones y torres defensivas, pero su amplia extensión de miles de kilómetros dejaba enormes huecos muy permeables. Por lo tanto existían evidentes contactos, como los comerciales, e incluso el pase de la frontera por motivos laborales, solo falta recordar los legionarios de origen germánico que toman el control del ejército.
Un aspecto importante a señalar es que su nivel de civilización era muy heterogéneo, mientras algunos seguían en la Edad del hierro, otros eran tan avanzados como los romanos.
Los Limes (singular, en latín) era cada una de las fronteras o límites fronterizos del Imperio romano. En Europa se ubicaba a lo largo de los ríos Rin y Danubio, para aprovechar el cauce de estos caudalosos ríos como fronteras naturales.
Para completar esta frontera natural, los romanos construyeron grandes murallas fronterizas que se levantaron a partir de finales del siglo I en aquellas zonas que no se podían defender eficazmente de las cada vez más frecuentes invasiones bárbaras, aunque las defensas más importantes y más estructuradas son del siglo II. Cada cierta distancia, se unía una torre o cualquier otra fortificación a la muralla. Los limes solían atraer a los comerciantes, y las familias de los soldados se instalaban también en las cercanías, por lo que a la larga se convirtieron en núcleos de población romana (a pesar de estar expuestos a las incursiones extranjeras) y en centros de intercambio comercial y cultural entre latinos y bárbaros.
Más allá de la frontera estaban apostados numerosos pueblos, algunos de los cuales eran hostiles al imperio.Todos estos pueblos recibieron el apelativo de barbaritas (bárbaros), aunque el grado de civilización variaba enormemente de unos a otros y, en algunos casos (persas sasánidas), era de idéntica o superior a la del Imperio Romano..
Comentarios de Catherina (CCC)
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