GUTA SAGA
Guta Saga: Historia de los Gotlanders
En primer lugar, la Guta saga se inicia con el descubrimiento de Gotland por un hombre llamado Tjälvar (Þieluar /Tjalve). Tjälvar es una figura mitológica que aparece dos veces en la Edda prosaica y una vez en Gutasagan. Gotland permanece bajo las aguas durante el día y emerge por las noches.
Þieluar tiene un hijo Hafþi (Havdi) y con su esposa Vitastjerna tuvo tres hijos: Graip, Gaut y Gunfjaun, los ancestros de los godos (Gutans).
Igualmente, la Guta saga explica que tras la muerte del padre, Gaut fue elegido jefe y dio el nombre a la isla y a sus habitantes. Ellos compartieron Gotland, donde Gaut dominó en el centro, Graip en el norte y Gunnfjaun en el sur. Gotland fue dividida en tres partes, una división reflejada en la realidad como tres tredingar, concepto territorial que se mantuvo legalmente hasta 1747 y todavía permanece como división episcopal en la Iglesia sueca local, que hoy conserva su división en tres parroquias.
De igual forma, el progreso de la isla trajo consigo un crecimiento muy rápido de la población, lo que derivó en un problema alimentario, ya que no había alimentos suficientes para toda la población. Dada esta situación, se decide que dos de los tres hermanos y dos tercios de los habitantes deberían emigrar a otras tierras. Se echaría a suertes quien debería abandonar la isla y quien quedarse.
Emigración de los Gotlanders en la Guta Saga
Finalmente, fruto de este trato, comienza la emigración por Europa, y los godos llegan hasta Bizancio atravesando Rusia. También llegaron a Germania de la que salieron las estirpes Ingaevones, Herminones e Istaevones.
Emigración hacia el sur de Europa
La Guta saga menciona una emigración, asociada a la migración histórica goda:
- “… durante mucho tiempo, los descendientes de aquellos tres se multiplicaron tanto que la tierra no pudo mantenerlos a todos. Se hizo una criba y a uno de cada tres se le invitaba a marchar, permitiendo quedarse con las posesiones y llevarlas consigo, excepto la tierra. … se dirigieron al río Dvina, camino de Rusia. Llegaron tan lejos hasta llegar a la tierra de los griegos. … se asentaron, todavía viven allí, y todavía mantienen algo de nuestra lengua.
Comentarios de Catherina (CCC).
A destacar: